martes, 28 de diciembre de 2010

¿ QUÉ PASA SI NO TENGO TALENTO?

Hace poco recibí una carta de una actriz de Kentucky. Me contaba que un representante de Atlanta le había dicho que estaba convencido de que ella había nacido para ser actriz. Que tenía "ángel", talento. Pero que necesitaba formarse y un book de fotos profesional y que su agencia (la del representante) se lo podía proporcionar... pagando una pasta, claro.

Unos dias más tarde, al contárselo a una amiga suya que lleva "un par de años" trabajando como actriz, esta le dijo que abriera los ojos, que en realidad no tenía ningún talento y que sin talento lo único que podía conseguir era malgastar un montón de dinero y de tiempo persiguiendo un sueño. Que el talento es la principal para triunfar en la profesión y que sin él no hay nada que hacer.  

Vaya. En un tiempo record había conseguido dos pedazos de consejos. De malos consejos.

En mi más humilde opinión, el primero era sencillamente una estafa.
El segundo fue mezquino, falso y absolutamente erróneo.


El Diccionario Íntegro Webster (del original en inglés) define la expresión "talento" de la siguiente manera:
 1.- Un regalo, o don, que se ofrece junto a la confianza de que será usado para multiplicarlo y ser mejorado, proveniente de la parábola de los talentos, en el evangelio de San Mateo; de ahí cualquier facultad natural, capacidad o poder.
 2.- Una habilidad especial y superior en un arte, en la mecánica, en el aprendizaje, etc.

 Todo lo que sé es que he conocido actores con mucho "talento" abandonando la carrera en segundo curso de arte dramático y a personas con poca o ninguna capacidad para diferenciar la izquierda de la derecha llegando a lo más alto de Hollywood.
 He aquí una carta que sirve para concentrar todo lo dicho:


"...y la cosa que más odio es cuando alguien dice, "No puedo pintar", "No puedo cantar"... ¡Mentira!
 Uno puede hacer cualquier cosa que le apasione hacer.
Tomemos como ejemplo a Eric Burnes, el jugador peor pagado del equipo de béisbol "Oakland Athletics".
Yo crecí jugando al beisbol con él y, déjame decirte, los entrenadores lo ponían siempre en las peores
posiciones. Casi siempre lo colocaban donde sabían que no iba a llegar la pelota. Lo que quiero decir es
que a él le encantaba el beisbol, tanto como para aguantar eso. Yo no lo entendía, porque a mi me                cansó, dejó de gustarme. Pero Eric aguantó jugando en las ligas menores, en las que no se gana dinero... Quiero
decir, nada de dinero ¡Suerte tienen con que les den las camisetas lavadas!

La clave del éxito es: No abandones, no importa donde acabes! Es el camino lo que uno debe amar.



                                                                                                                                       Peter B.


Adaptación.
Fuente: clandestino de actores






Josmaury Becerra